sábado, 1 de junio de 2013

ADORAMOS A JESÚS EUCARISTIA


ALABADO SEAS MI JESÚS SACRAMENTADO


Estimados hermanos(as) en el señor sacramentado Paz y Bien.

Estamos Celebrando la fiesta de las fiestas Jesús eucaristía porque hablar de Cuerpo y Sangre de Cristo es hablar de Eucaristía y hablar de Eucaristía es hablar del ágape celestial, porque la santa misa es eso realmente: “Dichos los invitados al banquete de bodas del cordero celestial” (Ap. 19,9). Hablar de Eucaristía es hablar de un nuevo estilo de encarnación de Jesús, como un nuevo estilo de estar presente entre los hombres, porque nos había dicho “No os dejare huérfanos, sino que volveré” (Jn 14,18). Pero estas palabras del Señor tienen sentido real a lo dicho más luego: “Salí del Padre, vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre” (Jn 16,28). Sería bueno ahora preguntarnos ¿A qué vino Jesús? El gran Teólogo san Pablo lo define sabiamente esta revelación del amor de Dios y lo dice: “Dios salvador nuestro quiere que todos los hombres se salven llegando al conocimiento de la verdad” (I Tm 2,4). Y ¿Qué es pues la verdad? Jesús dijo “yo soy la verdad, camino y vida. Nadie va al Padre son por mi” (Jn 14,6). Es decir Jesús vino a salvarnos a toda la humanidad.

¿Por qué, cómo y de qué nos salvó Jesús?

San Juan ha dicho: “Quien ama a Dios conoce a Dios, quien no ama a Dios no conoce Dios, porque Dios es amor” (I Jn 4,8) Luego san Juan es más enfático al decir: “Si uno dice Yo amo a Dios y odia a su hermano, es un mentiroso. Si no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve” (I Jn 4,20).  Mismo Jesús lo ha dicho en este sentido: “Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. En esto reconocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros” (Jn 13,34). Por tanto la única motivación que tiene Dios para con la humanidad es esto: su amor a la humanidad.

Ahora el cómo de la salvación en favor nuestro por parte de Dios es lo que no detiene. Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María. Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo. Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.» María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?»
Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios…Porque para Dios, nada es imposible.» Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» (Lc 1,26-38). Pero en gran teólogo san Juan lo resume en estos términos: “La palabra de Dios se hizo hombre a habitó entre nosotros” (Jn, 1,14). Dios Padre lo reafirma su identidad en el bautismo de Jesús: “Tu eres mi hijo amado, yo te he engendrado hoy” (Lc. 3,22). Por eso mismo Jesús más tarde dirá: “¿No creen que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo les digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que vive en mí es el que hace las obras” (Jn 14,10). En el inicio de su ministerio Jesús se valió de los profetas del A.T. quienes anunciaron la cercanía y llegada del Mesías (Is 61 1ss). Mismo Jesús Dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los pobres, Para predicar libertad a los cautivos. Y a los ciegos vista. Para poner en libertad a los cautivos y anunciar  el año de gracia de Dios” (Lc.4,18).

Jesús la segunda divina Persona como sabemos que es el salvador nuestro en resumidas cuentas dio tres pasos:

1) Inicio con la proclamación del evangelio: “El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio” (Mc 1,15). Y algunos pescadores son los primeros que siguen a Jesús: “Jesús subió al monte y llamó a los que él quiso, y se reunieron con él. Así instituyó a los Doce (a los que llamó también apóstoles), para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, dándoles poder para echar demonios. Estos son los Doce: Simón, a quien puso por nombre Pedro; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes puso el sobrenombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, el hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo,
y Judas Iscariote, el que después lo traicionó” (Mc 3,13-19).

2) Fundó una única iglesia: “Y ahora yo te digo tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; el poder del infierno jamás la podrá vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.» (Mt 16,18-19). Pero no fue solo los doce quienes siguen a Jesús sino una muchedumbre inmensa de gente: “Después Jesús pasó a la otra orilla del lago de Galilea, cerca de Tiberíades. Le seguía un enorme gentío, a causa de las señales milagrosas que le veían hacer en los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús, pues, levantó los ojos y, al ver el numeroso gentío que acudía a él, dijo a Felipe: «¿Dónde iremos a comprar pan para que coma esa gente?» Felipe le respondió: «Doscientas monedas de plata no alcanzarían para dar a cada uno un pedazo.» Otro discípulo, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es esto para tanta gente? «Hagan que se sienta la gente. Entonces Jesús tomó los panes, lo bendijo y los repartió entre los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, y todos recibieron cuanto quisieron. Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: «Recojan los pedazos que han sobrado para que no se pierda nada. Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos que no se habían comido: eran las sobras de los cinco panes de cebada” (Jn  6,1-13).

Alguno muy ilusionado como el joven rico corrió al encuentro con Jesús, se arrodilló delante de él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?»  Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. Ya conoces los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas cosas falsas de tu hermano, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» El joven le contestó: «Maestro, todo eso lo he practicado desde muy pequeño.» Jesús fijó su mirada en él, le tomó cariño y le dijo: «Sólo te falta una cosa: vete, vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo. Después, ven y sígueme. Al oír esto se desanimó totalmente, pues era muy rico, y se fue triste” (Mc 10,17-18). Pedro interviene y dijo: «Señor nosotros lo hemos dejado todo para seguirte.» Y Jesús contestó: «En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida y en el mundo venidero la vida eterna” (Mc 10,28-30). Alguno vacilaron y dijeron: “¡Este lenguaje es muy duro! ¿Quién podrá escucharle?” Jesús se dio cuenta de que sus discípulos criticaban su discurso y les dijo: «¿Quieren marcharse también ustedes?» Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.» (Jn 6,60-69).

Aclarado algunos impases Jesús envía a los doce a la misión con estas instrucciones: Por el camino proclamen que ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen los demonios. Ustedes lo recibieron sin pagar, denlo sin cobrar. No lleven oro, plata o monedas en el cinturón. Nada de provisiones para el viaje, o vestidos de repuesto; no lleven bastón ni sandalias, porque el que trabaja por el evangelio merece su alimento. En todo pueblo o aldea en que entren, busquen alguna persona que valga, y quédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar en la casa, deséenle la paz. Y si en algún lugar no los reciben ni escuchan sus palabras, salgan de esa familia o de esa ciudad, sacudiendo el polvo de los pies. Yo les aseguro que esa ciudad, en el día del juicio, será tratada con mayor rigor que Sodoma y Gomorra. Miren que los envío como ovejas en medio de lobos: sean, pues, precavidos como la serpiente, pero sencillos como la paloma. ¡Cuídense de los hombres! A ustedes los arrastrarán ante sus consejos, y los azotarán en sus sinagogas. (Mt 10,5-17).  “Quien crea en el evangelio y se bautice será salvo, quien no crea será condenado” (Mc 16,15-16). “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.» (Mt 28,19-20).

3) Jesús Instituyó los sacramentos como la Santa Eucaristía: ¿Qué es la Eucaristía?
Jesús antes de su pasión advierte: «Estamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del Hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los extranjeros, y que se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero tres días después resucitará” (Mc. 10,33-34). “El hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescato por todos” (Mc 10,45). El último gesto de amor a su Iglesia es la institución de la santa Eucaristía: Jesús tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. (Hagan esto en memoria mía).» Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por Uds. para el perdón de los pecados, hagan esto en conmemoración mía» (Lc 22,19-20). El Evangelio de san Juan es más explícito al respecto. Jesús dijo:  “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo…En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él… El que coma este pan vivirá para siempre” (Jn 6,48-58). Y nuestro gran amigo San pablo se expresa cuestionando al respecto: “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?  Así, siendo muchos formamos un solo cuerpo, porque el pan es uno y todos participamos del mismo pan” (Icor 10,16-17).

Requisitos para recibir la Santa Eucaristía: San pablo previo recuerdo para la santa comunión: “Yo he recibido la tradición lo que a mi vez les he transmitido. Que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan y, después de dar gracias, lo partió diciendo: «Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía.» De igual manera, tomando la copa, después de haber cenado, dijo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Todas las veces que la beban háganlo en memoria mía.» (Icor 11,23-25).

San Pablo sigue y dice: Fíjense bien, cada vez que comemos de este pan y bebemos de esta copa estamos proclamando la muerte del Señor hasta que venga. Por tanto, el que come el pan o bebe la copa del Señor indignamente peca contra el cuerpo y la sangre del Señor. (Icor 11,26-27).

Por lo tanto: “Cada uno, pues, examine su conciencia y luego podrá comer el pan y beber de la copa. En caso contrario, el que come y bebe indignamente, come y bebe su propia condenación por no reconocer al Señor en su cuerpo bendito y sacramentado”. (Icor 11,28-29).

Reflexión de la santa misa.

Como hemos sido explícitos según la santa Biblia; esta multiplicación de los panes se sitúa en el contexto de la última cena del Señor. La Misa celebrada en la falda del monte, al aire libre. Posiblemente, un Evangelio escrito para recordarles a los primeros cristianos cómo han de celebrar la Eucaristía. Una Eucaristía en la que Jesús vuelve a preocuparse de los hombres necesitados y con el estómago vacío. Hasta la actitud de Jesús pone de manifiesto este significado eucarístico de la multiplicación. Los discípulos ponen lo que tienen, cinco panes y dos peces, Jesús toma en sus manos los panes, levanta los ojos al cielo, pronuncia la bendición y se los diciendo que los repartiesen entre todos hasta saciarse.

No se trata de dar una lección teórica del significado de la Misa, se trata de realizar el sentido y la verdad de la Misa. Levantar los ojos al cielo, como oración al Padre, y mirar a los hombres para compartirse con ellos. Levantar los ojos al cielo, sí. Pero luego, con esos mismos ojos, mirar de otra manera a los hombres, a los hermanos. ¿No tendría que ser también nuestra Misa de cada domingo?

Jesús primero se hace hombre y al final se hace pan. Cada vez acercándose más al hombre. Fue el último gesto de Jesús antes de dar comienzo a su Pasión. Un estilo de vida de estar con el hombre da comienzo a otro estilo nuevo. El primero fue en un pesebre. Este segundo lo hace en una mesa de familia, en ambiente de familia.

La Eucaristía como presencia. En primer lugar celebrar la Eucaristía es celebrar la continuación de su presencia en medio de nosotros. "No os dejaré solos." "Esto es mi cuerpo y esta es mi sangre." La primera era una presencia de quien camina con los hombres. La segunda es la presencia de quien invita a los hombres a encontrarse con El sentados a la misma mesa de la familia. Y ahí lo tenemos a diario en el Sagrario. Y ahí lo tenemos cada vez que celebramos la Misa. Nunca está solo quien quiera visitarlo en su Sagrario.

La Eucaristía como memoria. Pero además, Jesús instituye la Eucaristía no solo como presencia sino como sacramento que nos reúne a todos a hacer de memoria de Él, para que no nos olvidemos de cuanto Él ha hecho por nosotros, para recordar, sobre todo el gran momento de su amor por nosotros, el misterio pascual de la Cruz y la Resurrección. "Haced esto en memoria mía." Por eso participar en la misa es algo más que estar presente y responder a las invitaciones del Sacerdote. Es recordar su amor, es recordar su Pasión, su Muerte y su Resurrección. Por eso decimos: "Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección..." Vivir la Eucaristía es vivir actualizando el misterio de su Muerte y Resurrección, es revivirla en nuestros corazones y es comprometernos a anunciarlas y proclamarlas luego en la vida a todos los hombres.

La Eucaristía es vivir la vida eterna. "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna." No es necesario esperar a morir para vivir ya en nosotros la vida de Dios. No la podremos vivir en plenitud, pero ya la llevamos en germen dentro de nosotros. Por eso, participar de la Eucaristía es ir a cargarnos de vida, es salir de la Iglesia como con las pilas de la vida recargadas.

Por eso la vida no puede ser un momento de aburrimiento y bostezo por el sermón del sacerdote, sino es vivir lo que todos juntos celebramos. No celebramos Misa solo con estar presente, sino viviendo lo que celebramos.

Resulta inquietante el hecho de que fue precisamente cuando Jesús anuncia la Eucaristía se arma el escándalo. ¿A quién se puede ocurrir convertirse en pan para que comamos su cuerpo? "Estas palabras son duras, ¿quién le puede hacer caso?" La gente se fue alejando de él hasta quedarse solo con sus Discípulos. Y Jesús los reta: "¿también vosotros queréis marcharos?"

Es que la Eucaristía es el corazón de la Iglesia, una Iglesia sin corazón deja de ser Iglesia. Hasta nosotros solemos morir muchos de infarto porque el corazón se nos paralizó.

¿No es también hoy la Eucaristía uno de los momentos centrales de cuantos nos decimos creyentes? ¿No es la Misa Dominical uno de los criterios de evaluación de la vida cristiana de las parroquias?


Lo malo que la vemos más como "una obligación" que como una vivencia y experiencia de fe. De ahí que muchos jóvenes comienzan a alejarse en primer lugar de la Misa. Uno de los problemas que suelen tener los padres es cómo "obligarlos" a ir a Misa. La mejor opción es el testimonio de vida y la educación en la vida espiritual.

viernes, 31 de mayo de 2013

SÍNTESIS TEOLÓGICA 5





TEMA 5: EL PENTATEUCO

5.1. Descripción general de su contenido.
5.2. Origen mosaico e hipótesis críticas sobre tradiciones y fuentes en la composición   del Pentateuco.
5.3. Enseñanza teológica del Gen 1-11.
5.4. Los relatos Patriarcales.
5.5. La Alianza.
5.6. Ideas fundamentales de la tradición Deuteronomista.

A) DESARROLLO

5.1. Descripción general de su contenido.
1. Génesis: En este destacamos:

a). Prehistoria de la salvación: Creación e historia de la humanidad hasta Abraham, (1 - 11). Comienza con la expresión "En el principio..." para dar respuesta al interrogante sobre el origen del mundo y de la humanidad, para ellos se recogen las tradiciones que hablan de los comienzos: Creación del mundo y del hombre, existencia del mal, el origen de los pueblos, y, especialmente, de cuanto se refiere al origen de Israel. La redacción actual está dividida en secciones separadas por la frase "estas son las generaciones, que viene a marcar el ritmo de las sucesivas etapas de la historia que narra: Orígenes de la humanidad, los patriarcas antediluvianos, Noé y el diluvio, la repoblación de la tierra, la genealogía de Abraham.

b). Historia de los Patriarcas, (12 - 36). Abarca la historia de los padres del pueblo, hay una continuidad con la narración anterior. Encontramos a Abraham, a su hijo Isaac, y posteriormente a Jacob. Los doce hijos de Jacob son los antepasados de las doce tribus de Israel.
c).Historia de José, (37 - 50). Es uno de los hijos menores de Jacob, fue vendido por sus hermanos a unos mercaderes que se dirigían a Egipto; después de diversos acontecimientos, su fama llega al Faraón y, agradecido por haberle interpretado un sueño y por su sabiduría, lo pone al frente de la administración de los bienes de su casa y del país. Más tarde debido a la escasez de alimentos en Canaán, y ciertos sucesos,  invita a su padre Jacob y a los suyos a participar de su prosperidad. El libro del Génesis concluye dejando a los israelitas en Egipto.

2. Exodo: Salida de los israelitas de Egipto. Comienza con la frase "Estos son los nombres...". Se centra en la figura de Moisés, como mediador que Yahvé llamó para liberar a su pueblo de la esclavitud. En este libro se integran tradiciones que podemos dividirlas en dos partes:
a)  Esclavitud de Egipto, liberación y camino por el desierto hasta Sinaí[22].
b)Alianza del Sinaí. Gran bloque de legislación: el Decálogo, el Código de la alianza y prescripciones rituales. (19 - 40).

3. El Levítico: Leyes levíticas relativas a la santidad y al culto.Especifica el modo de realizar el culto a Yahvé, la institución del sacerdocio, las prescripciones legales, normas sobre la celebración del día del Señor. En este aparece la Ley de la Santidad que contiene dos secciones, una relativa a la vida social,  y otra a la celebración de las fiestas del año sabático y del año jubilar. (1 - 27).

4. Números: Censos y listas de las personas que salieron de Egipto y anduvieron por el desierto. Se narra la marcha del pueblo por el desierto durante cuarenta años para ser purificada aquella generación pecadora. Se pueden distinguir dos bloques:

a) Preparativos para la partida del Sinaí y algunas leyes, (1 - 10).

b) Etapas por el desierto desde el Sinaí hasta Moab, con una larga estancia intermedia en Cadés, y nuevas leyes sobre sacrificios y sacerdotes. (11 - 36).
También encontramos relatos de conflictos con los pueblos circundantes. Su intencionalidad profunda es mostrar la tensión entre castigo y salvación.

5. Deuteronomio: Segunda ley dada por Moisés antes de entrar en la tierra prometida. Comienza " Estas son las palabras...", y se introducen los grandes discursos de Moisés, en los que vienen claramente interpretada la historia de Israel como historia de Salvación. Podemos notar:

a) Tres amplios discursos de Moisés en Moab recordando las etapas del desierto y los mandamientos. ( 1 -34)

b) Ultimas disposiciones y muerte de Moisés. Queda Josué al frente del pueblo de los israelitas junto a los 70 ancianos. Están a las puertas de la tierra prometida, (31 -34).

5.2. Origen mosaico e hipótesis críticas sobre tradiciones y fuentes en la composición   del Pentateuco.

En los textos proféticos anteriores al destierro se habla de la ley del Señor (Am), sin especificar si es oral o escrita; y en los posteriores al destierro se denomina a esa ley con el nombre de Ley de Moisés (Neh). Además en Ex 34, 28 se dice que Moisés, por mandato de Dios, escribió en unas tablas de piedra las palabras de la Alianza. Con este nombre pasa a las tradiciones judías y cristianas primitivas. Esta afirmación se refleja también en el NT. A partir de ahí la autoría mosaica del Pentateuco vino a ser afirmada comúnmente en la tradición judía y cristiana.
Sin embargo, los estudiosos de la Biblia, percibieron ya desde antiguo que el Pentateuco recibió su forma actual después de la vuelta del destierro de Babilonia (s.s. VI-V), San Jerónimo explicaba que la narración de la muerte de Moisés y algunas expresiones (hasta el día de hoy), se debían a Esdras. En el s. IX R. Abraham Ibn `Ezra' afirmó, que Moisés no pudo ser el autor del pentateuco. Es a partir  del s. XVII cuando el estudio de las fuentes del Pentateuco se ha realizado de una manera sistemática. Dentro de esta consideramos:
Hipótesis de Wellhausen: (1833): Sintetiza la hipótesis documentaria según la cual el Pentateuco es la fusión de cuatro documentos posteriores a Moisés:

a) Yahvista (J), compuesto en s. X- IX a.C. en el Sur, con un carácter narrativo.

b) Elohísta (E), s. VIII a.C.  , redactado en Israel; con la caída del Reino del Norte fue trasladado a Jerusalén y fusionado con el Yahvista.

c) Deuteronomista (D), s. VI a.C. , empleado en la reforma religiosa de Josías, se añadió a los anteriores.

d) Sacerdotal (P), después del destierro s. VI-V a.C.; obra de los sacerdotes en el templo. Se unió a los anteriores durante la reforma de Esdrás y Nehemías (450), sirviendo de marco y armazón a la recopilación de los documentos anteriores. Hacia el año 400 a.C. , un redactor habría compuesto Gén, Ex, Lev y Num tomando como base la fuente PE, interpolando J y E que previamente se habrían fusionado. El documento D daría lugar al Dt y Josué. Esta hipótesis tiene tres puntos débiles:

i) El prejuicio anti-sobrenatural.
ii) El insuficiente conocimiento del Antiguo Oriente.
iii) El insuficiente conocimiento de los géneros literarios.
Exégesis católica ante el problema crítico
Ante esta situación, y viendo que se atacaba a la canonicidad de los libros del AT, la PCB en 1906 promulgó un documento sobre la autenticidad mosaica del Pentateuco: Salvaguarda la figura de Moisés y la veracidad histórica de los hechos que constituyen la base de la Biblia de la historia de la salvación. En 1909 otro documento sobre el carácter histórico de los tres primeros capítulos del génesis. En 1943  La Enc. Divino Afflante Spiritu, y en 1948 la carta de la PCB al Card. Suhard buscan integrar las verdaderas aportaciones de la crítica en una interpretación católica de la Biblia.

Van Seters: considera que la sacerdotal  no es una fuente independiente, sino que simplemente completa una tradición más antigua. La llamada redacción yahvista  no se lleva acabo hasta el tiempo del destierro, y la primera redacción de una historia continuada es deuteronomista que abarca desde Dt a 2Reg. Por tanto, no cabe pensar una fuente (la yahvista) antigua que incluyera un relato continuado desde Abraham hasta la posesión de la tierra, sino que un autor postexílico ordenó los datos sueltos que desde antiguo se habían transmitido.

E. Blum: En su opinión, no existen fuentes paralelas e independientes, ni tampoco grandes unidades (seis unidades, decía R. Rendtorff; ej. la historia de los orígenes), sino dos composiciones tardías en las que se recogen, debidamente elaboradas, tradiciones más antiguas. A dichas composiciones las llama KD (tendencia deuteronomista, comienza con la historia de Abraham y se extiende hasta final del Deuteronomio), compuesta por la primera generación de los postexílicos. La otra composición es la KP (tendencia sacerdotal, gira en torno al tema de la comunidad), compuesta en la época Persa. El Pentateuco sería el resultado de las tendencias KD y la KP.

5.3. Enseñanza teológica del Gen 1-11.
La historia de los orígenes, colocada por los autores sagrados al principio del Gen, expresa con lenguaje solemne los misterios del comienzo: la creación, la caída y la promesa de salvación.

1. -Creación del mundo de la nada[23]. El misterio de la creación del mundo por Dios de la nada, ocupa un lugar central en todos lo Credos y Símbolos de fe de la Iglesia; además, el acto creativo abarca a todos los seres, tanto espirituales como materiales, porque todo cuanto existe se debe al Dios Creador.
-Distinción entre Dios y el mundo: Gen distribuye en seis días la creación; en los tres primeros Dios preparó la tierra para ser habitada, y en los tres días siguientes fue desplegando su Providencia para hacerla digna morada del hombre. En esta podemos distinguir lo siguiente:

a) Trascendencia y Omnipotencia divina. Dios hablando y creando se nos muestra como Señor de todas las cosas. b) Bondad de lo creado: La expresión que se repite en cada una de las acciones de Dios al crear "y vio que era bueno", declara la bondad de las criaturas por el amor y sabiduría depositadas en ellas.
2. Origen del género humano: El ser humano, hombre y mujer, es la cumbre de la creación pues está hecho a imagen de Dios, une en su propia naturaleza el mundo material y el espiritual.
-Estado de justicia original. El primer hombre fue creado en la amistad con su Creador y en armonía consigo y con la creación en torno a él. El hombre y la mujer son creados con una perfecta igualdad, y tienen una dignidad que nunca se pierde y que la han recibido inmediatamente de Dios su Creador.
-El pecado original, nace por la desobediencia, el hombre y la mujer son expulsados del jardín en el que habían sido colocados, pierden el don de la inmortalidad y de la felicidad, su estado original de armonía y dominio de sí; se quiebra la relación del hombre con Dios, con el mismo y con los demás hombres y con la creación.
-Protoevangelio: Dios no abandonó al hombre tras su caída, le anunció de modo misterioso la victoria sobre el mal, y la venida de un descendiente de la mujer. Esa salvación anunciada ya desde el principio, se va realizando en una serie de etapas, las primeras de las cuales forman parte de la historia de los orígenes, en concreto, la Alianza con Noé después del diluvio.

5.4. Los relatos Patriarcales

Las narraciones que constituyen la historia de los patriarcas se pueden situar en el contexto geográfico del Medio Oriente, en el arco formado por Mesopotamia, Palestina y Egipto. La época va desde el siglo XVIII a.C., cuando pudo tener lugar la llegada de Abrahám a Canaán, en adelante.  Su significado religioso es que los Patriarcas son los padres del pueblo, a ellos hizo Dios las promesas y con ellos selló alianzas.

1.  El contenido de la "historia de los patriarcas"
Mediante la repetición de la misma frase que en la historia anterior, "estas son las generaciones", se introducen las sucesivas etapas que interesa el autor.
(1) Historia de Abrahám[24]. Abarca la historia de los padres del pueblo, hay una continuidad con la narración anterior. En primer lugar encontramos a Abram, a quien Dios le llama, le promete una tierra y una enorme descendencia, lo constituye padre de su pueblo (Abraham). En segundo lugar, Isaac y Jacob. Se inicia con la historia de Esaú y Jacob, hijos de Isaac. El libro del Génesis se centra desde ahora en figura de Jacob en el que narra diversos acontecimientos, entre ellos, el cambio de su nombre por el de Israel. Los doce hijos de Jacob son los antepasados de las doce tribus de Israel. Isaac es una figura de poco relieve entre Abraham y Jacob. En Gen 37,2 la misma fórmula cierra esta historia y marca el comienzo de la historia de Israel en Egipto que se inicia con la narración de la historia de José.

2. Composición de la "historia de los patriarcas"
Estos relatos se recogen en tradiciones cuyos elementos más antiguos se podrían remontar al segundo milenio a.C.  Desde muchos años antes de que se comenzaran a poner por escrito los textos de la Biblia, los israelitas contaban de padres a hijos relatos acerca de los patriarcas, se trata de historias de clanes o tribus que narraban sus orígenes o sus avatares, o que exaltaban a sus antepasados.  Este tipo de relatos que responden a tradiciones orales de carácter épico o poético constituyen un género literario peculiar al que se denomina "sagas". Posteriormente, cada una de esas tradiciones, procedentes de tribus y santuarios diversos, serían puestas por escrito y reelaboradas para que iluminaran la fe de Israel en épocas posteriores.
Otros pasajes de la historia patriarcal reflejan haber sido originariamente relatos de carácter cultual, es decir, muestran un contenido que estaba relacionado con santuarios de Canaán, como Betel, Mambré o Siquén.  En esos relatos se daba explicación del carácter sagrado de un determinado lugar, cuya historia se vinculaba con algún patriarca o con algún nombre o manifestación de la divinidad. Con la integración de todos estos elementos se irían configurando colecciones de relatos en forma de ciclos en torno a personajes y lugares. Las historias de Abrahám y de Jacob llegaron a unirse, poniéndose como eslabón entre ambas la historia de Isaac.

3. Enseñanza de la "historia de los patriarcas"
La idea central de la "historia de los patriarcas" es la elección de Israel por parte de Dios. La promesa hecha a Abrahám de que sería padre de una numerosa muchedumbre que recibiría en posesión la tierra de Canaán, como fruto de la fe, inaugura la economía de la salvación. La correspondencia de los Patriarcas a la elección divina de que fueron bjeto constituye un admirable paradigma de trato confiado y amistoso con su Señor, y de respuesta con hechos a las palabras de Dios.
En el Nuevo Testamento se comprende que la promesa que Dios hizo a Abrahám se refería en último término a Jesucristo. Jesús es la verdadera "descendencia" de Abrahám[25], y los que tienen fe en Cristo son, en definitiva, los hijos de Abrahám, cumpliéndose de este modo el anuncio de que en Abrahám serían bendecidas todas las naciones de la tierra. La Epístola a los Hebreos elogia la fe de los personajes que desfilan por la historia patriarcal, y particularmente la de Abrahám; en ellos se realiza la definición de fe propuesta poco antes en la misma carta: "la fe es garantía de lo que se espera, la prueba de las realidades que no se ven"[26].

5.5. Exodo y Alianza

El centro del Pentateuco lo constituye la Alianza de Dios con su pueblo. Esta Alianza  lleva consigo la Ley, que viene  a ser el conjunto de estipulaciones que el pueblo, por su parte, ha de cumplir para mantener su pacto con Dios. Es en el libro del Exodo donde encontramos la presentación de tal pacto (el pueblo de Dios en el Sinaí Ex 19-20 ). Al llegar al monte, hay una preparación para la manifestación divina, Dios se manifiesta y hace entrega del Decálogo en unas tablas a Moisés. La manifestación grandiosa de Dios en el monte Sinaí y la conclusión solemne del pacto con Dios, forman la carta de constitución de un pueblo que ha sido elegido para llevar la salvación a todos los demás pueblos. La ratificación solemne del pacto tuvo lugar con un sacrificio, en que se representaban a las doce tribus de Israel por medio de las doce piedras que formaban el altar, Ex 24,1-8 "esta es la sangre de la Alianza que hace con vosotros Yahvéh sobre todos estos preceptos". Después del Sinaí el sábado quedó como señal entre Dios y los hombres.

Pero esta Alianza viene a culminar una historia de alianzas que comienza propiamente con Noé y continúa con Abraham y los patriarcas hasta Moisés. Israel con razón se considerará a sí mismo como el pueblo de la Alianza.
1. Compromiso de Dios. “Seréis un reino de sacerdotes una nación santa”;
2. Obligación de Israel. “Observareis fielmente los preceptos divinos”;
3. Ratificación o sello de la alianza: sacrificio;
4. El sábado: señal de la Alianza;
5. El Decálogo: esencia de la Antigua Ley. Así lo manifiesta Dios, pues, después de hablar mucho a Moisés, le da únicamente por escrito las “Tablas de la Alianza”.

5.6. Ideas fundamentales de la tradición Deuteronomista

El Pentateuco termina con el libro del Deuteronomio, el cual termina con la narración de la muerte de Moisés a las puertas de la Tierra Prometida.
El libro de Josué narra la conquista de esa tierra. Los libro de Jueces, 1y 2 Samuel, y 1 y 2 Reyes, refieren el cuidado de Dios por su pueblo en Canaán.
Los estudiosos observan características comunes entre los libros mencionados y el Código Deuteronómico contenido en el libro del Deuteronomio. Por ello, se ha planteado que todos sean el resultado de una misma labor teológica, histórica y literaria. Se trata de una gran teología de la historia denominada tradición o escuela deuteronomista.
Desde el siglo XIX hasta Martin Noth, había dos hipótesis acerca de la formación de estos libros:

       1. (Eissfeldt, Hölscher): En estos libros habría continuaciones de algunas fuentes del Pentateuco (Yahvista y Elohísta).

2. Se trataría de obras independientes, reunidas y retocadas por autores deuteronomistas en la época de Josías.
La hipótesis de Martin Noth sobre la Historia Deuternomista
El 8.VI.1942, Noth, a diferencia de hipótesis anteriores, propone que los libros que van desde el Deuteronomio hasta el Libro segundo de los Reyes son obra de un único autor; abarcan la historia del pueblo desde la entrada en la tierra prometida hasta el destierro; y se habrían redactado en Mispá hacia el 550 a.C.
El autor de esta obra habría realizado una profunda tarea de selección y estructuración de contenidos, siguiendo un plan unitario preestablecido, a partir de los materiales previos siguientes:

       1. Una primera edición del Deuteronomio (cap. 5-28)
       2. Tradiciones sobre la conquista y reparto de la tierra
       3. Historias heroicas sobre los “jueces”
       4. Tres ciclos narrativos, sobre Samuel, Saúl y David
       5. Ciclos proféticos de Elías, Eliseo e Isaías
       6. Fuentes oficiales de los reinos

Como elementos literarios para configurar la obra se señalan los siguientes:
       1. Presencia de profetas en momentos decisivos de la historia
       2. Asociación de personajes a momentos críticos (Moisés-Ley; Josué-Conquista; David-Monarquía; Salomón-Templo; etc.)
       3. Narración con el esquema promesa-cumplimiento
       4. Recurso a discursos de los personajes o a reflexiones del autor para dar sentido a lo narrado.

Hay una finalidad teológica en la obra: iluminar la situación de los destinatarios inmediatos. Ante las dificultades de la deportación, se recuerda que la promesa de la tierra no había sido absoluta, sino condicionada a los términos de la Alianza: fidelidad significa permanencia en la tierra; e infidelidad, expulsión (cfr. Dt 30, 15-20).

Como prólogo a esa gran obra que iniciaba con el núcleo del actual Deuteronomio, se habría compuesto otra gran obra sobre la base de cinco grandes tradiciones - unidas a tradiciones menores y otros escritos -: el Tetrateuco.

En la actualidad se mantienen muchas de las intuiciones de Noth, y se hacen algunos matices. En efecto, para Noth la finalidad de la obra es mostrar el justo juicio de Dios como explicación del desastre. Otros autores muestran que el relato contiene elementos de edificación e instrucción (Janssen); que el esquema vaticinio-castigo funciona sólo para los reyes del norte, además de la importancia del término “shub” (convertirse) en pasajes clave (Von Rad); que la intención del historiador parece más una llamada a la conversión (Wolf).
Esas diferencias de visión, positiva o negativa, hacen pensar en más de una redacción, a cargo de un grupo o escuela. Los investigadores de ámbito alemán (escuela de Göttingen, Smend) hablan de tres redacciones, todas ellas exílicas; en ámbito anglosajón (escuela americana, Cross) se defienden dos, una antes y una después del destierro. Con todo, los últimos estudios de cada una se acercan a un consenso en algunos puntos:

       1. la importancia de la última redacción, exílica;
       2. había materiales predeuteronomistas amplios;
       3. tres etapas redaccionales: histórica, cultual y teológica
El debate actual se centra en el estudio de esos materiales predeuteronomistas. Se da por supuesto que no son continuación de documentos del Pentateuco (destacan los trabajos de Campbell y su discípulo O’Brien).

B) RESUMEN

Se llama Pentateuco al conjunto de los cinco primeros libros de la Biblia. Es considerado por los judíos como la Toráh (la Ley). En este conjunto se encuentran por una parte, una secuencia narrativa que abarca desde Adán a Moisés, y, por otra, con mayor extensión, un conjunto de leyes y normas que reflejan distintas  situaciones del pueblo de Israel.

Los hechos que se narran van desde la creación del mundo hasta la llegada del pueblo Israel a las puertas de la tierra prometida. El contenido del Pentateuco viene reflejado de forma genérica en los títulos que se dan a los libros que lo integran y, sin embargo, presenta un aspecto bastante complejo. Su redacción final, tal como la tenemos actualmente, es de la época después del destierro, siglo V.

C) BIBLIOGRAFÍA

- Apuntes de exégesis del Pentateuco y Libros Históricos, D. Francisco Varo.
- Catecismo de la Iglesia Católica.
- El Pentateuco, Biblia de Navarra.
- Manual de Dios Creador y Providente, D. José Morales.

Suma teologica